Cómo reaccionar si tu hijo con TDAH te pega (1)

Soy miembro de algunos grupos de Facebook que tratan sobre TDAH. En uno de esos grupos, hace pocos días, una madre lanzaba esta pregunta: ¿Cómo reaccionar cuando tu hijo te pega?

Las respuestas no se han hecho esperar y las ha habido de todos gustos y colores. Sin embargo, las que más me han sorprendido, han sido algunas cuyos autores defienden devolver el golpe al hijo cuando este pega (o golpea, da una patada, un mordisco, un tirón de pelos, etc.).

Con todas las consideraciones y matices que se quieran, vaya por delante que jamás, jamás, jamás, y a ninguna edad, debe hacerse eso, porque la violencia engendra más violencia.

¿Qué hay detrás de una actitud agresiva?

¿Agresión o violencia?

Tendemos a confundir ambos términos. Sin embargo, agresión y violencia no significan exactamente lo mismo. En líneas generales:

  • La agresión suele ser la respuesta primaria a algo que al niño le molesta o no le gusta y se siente amenazado por ello. Es una reacción de defensa: “Me siento agredido y me defiendo“. Es la conducta instintiva de los animales.
  • La violencia, en cambio, es una reacción de ataque y de ejercicio de control sobre los demás. Significa hacer daño por el puro placer de dañar al otro o por conseguir poder sobre él a base de amenazas e intimidaciones físicas y/o verbales.

A diferencia de la agresión, la violencia no suele obedecer a una reacción instintiva de defensa en un momento determinado, sino que es una conducta habitual, aprendida y consolidada a base de años y ejercida de manera sistemática.

Para poder abordar adecuadamente la conducta de un hijo que pega, es importante distinguir entre ambas respuestas y entender qué hay detrás de esas acciones.

Proceso natural

Niño enfadado Coaching TDAHA edades tempranas, los niños apenas saben hablar y aún no pueden expresar verbalmente lo que sienten, ni pueden resolver conflictos dialogando. Por tanto, en estas circunstancias, el niño es incapaz de expresar de otra manera lo que siente. No sabe todavía canalizar adecuadamente sus emociones y, en consecuencia, tampoco sus reacciones.

Estas respuestas, aunque no nos gusten, no debemos considerarlas como violentas. Y, de hecho, son bastante naturales porque forman parte del descubrimiento de su “yo” y de los demás como entidades distintas.

En el fondo, eso es un aprendizaje en su camino evolutivo y consituye parte del proceso natural de autoafirmación, de los 1 a los 3/4 años de edad, y por el que todo niño debe pasar en su educación emocional.

En el caso de hijos con TDAH

Ahora bien, en el caso de niños con TDAH, en los que acostumbra a haber un significativo retraso madurativo, esa etapa de aprendizaje de gestión emocional se suele alargar unos años más y también suele ser más complejo su manejo.

cuadro funciones ejecutivasDebido al mal funcionamiento de sus funciones ejecutivas no regulan adecuadamente su impulsividad, su autocontrol y las habilidades sociales. Por eso, les cuesta más que a los otros niños madurar y encontrar otra forma de expresar su rabia, su frustración o su enojo que no sea a base de pataletas y agresiones.

En esa etapa, cuando un niño con TDAH estalla con un episodio agresivo puede ser debido a diversos factores, entendiendo siempre que se está defendiendo de algo. Pero, ¿de qué necesita defenderse? Pues de cualquier cosa que él viva como una agresión hacia su persona. ¡Ojo! Así lo sea o no. A veces, simplemente implementar en el hogar unas normas de conducta el niño lo puede vivir como una agresión, aunque objetivamente no lo sea. Puede también vivir como una agresión cualquier cosa que le disguste o le enoje. Por ejemplo, un cambio repentino de planes, el nacimiento de un hermano, no comprarle un juguete que quiere, etc.Niño celoso de su hermano bebé

Cómo actuar

Qué hacer

No devolverse, no significa tolerar que un hijo pegue a su madre/padre o dar como correctas este tipo de conductas.

Resultado de imagen de violencia adolescenteDel mismo modo que jamás debemos pegarle, jamás debemos tampoco pasar por alto un golpe sin más, o minimizar el hecho de pegar, porque es una forma de maltrato que puede degenerar, con el tiempo, en conductas violentas. Aunque estas conductas agresivas en la primera infancia (y más allá, en el caso de afectados por el TDAH) formen parte de la evolución natural del niño, debemos intervenir y darle al hijo la oportunidad de aprender para que no cronificarlas, y que las lleguen a interiorizar con normalidad pasando a formar parte de su manera habitual de relacionarse.

Con lo cual, y en el caso de los niños con TDAH más que nunca, el marcar límites (pocos, pero claros) es fundamental y necesario. Ellos van probando para salirse con la suya. Ese “probar”, ya lo hemos dicho, lo hacen todos los niños, tengan o no TDAH, ya que forma parte natural de su proceso de crecimiento y maduración, cuando están forjando su personalidad. Así, todos los niños pasan por momentos de enfados intensos en algunas ocasiones. Son su manera de expresar lo que sienten: frustración, envidia, celos, miedo…

Para llegar al fondo de la cuestión y encarar con valentía este asunto, nuestro deber y nuestras responsabilidades como padres son:

  1. Buscar el origen de dicha actitud, averiguar qué motiva este tipo de conductas, entender la causa por la cual un hijo puede llegar a pegar a su madre o a su padre, y a qué edad, porque en función de las respuestas, nuestra reacción cómo padres deberá encauzarse de un modo u otro.
    No es lo mismo que te pegue tu hijo de 3 años, que el que lo haga a los 13 años. Digamos que a los 3 años, el niño te está probando y se está probando. Pero si esto ocurre a los 13, probablemente significa que ya tiene adquirido este hábito violento en su forma de relacionarse con los demás. Cuanto más tarde sea, más dificultades tendrás para tomar las riendas del asunto en tus manos y reconducir la situación correctamente.padre hablando con hijo
  2. Enseñarle siempre a expresar sus sentimientos y sus emociones sin hacer daño a los demás y eso deberá formar parte de su aprendizaje emocional y relacional. Cuando un niño pega a su madre/padre, por supuesto, siempre hay que hablarlo, y hacerlo cuanto antes, con firmeza y contundencia (obviamente, mejor hacerlo cuando el niño se haya calmado un poco).
  3. Hacerle saber dónde está el límite del respeto hacia los demás. Poner límites y desde bien pequeños, es una inversión de futuro. Lo contrario es darles un poder sobre nosotros y convertirlos en pequeños tiranos, con consecuencias devastadoras cuando sean mayores. Os recomiendo este artículo de mi blog Cómo poner límites a un hijo con TDAH en el que hablo profusamente de este tema.

Qué no hacer

Si tú pegas a tu hijo porque él te ha golpeado antes, le estás enseñando que pegar es legítimo. Y eso es lo que va a aprender: a utilizar la violencia cuando él no esté de acuerdo con algo o con alguien (golpes, tirones de pelo, mordiscos, patadas o puñetazos).Niño recibe cachete Coaching TDAH

¡Nada más lejos de “devolver golpes”!. Si nos pegan y nos devolvemos, ahí no se genera ningún aprendizaje. Al contrario, se genera más frustración, más impotencia, más rabia, más resentimiento…

Y, con el tiempo, si esto sucede de manera recurrente y repetitiva, es muy peligroso. En el peor de los casos y si los padres persisten en la actitud de “devolverse” a lo largo de los años, la respuesta del hijo puede degenerar en conductas violentas, detrás de las cuales hay sentimientos y pensamientos tóxicos que se van incrustando en su mente y acrecentando con el tiempo. Pensamientos tan demoledores y cargados de rencor como, por ejemplo: “¿Ah, sí? ¿Me acabas de pegar? Pues espérate a que crezca y te vas a enterar de quién golpea más fuerte“.

Concluyendo

Dependiendo de la edad y el grado de madurez del hijo, la contención de su conducta y la gestión posterior del conflicto por parte de los padres, será de una u otra manera, acorde a su capacidad de comprensión del niño.

En cualquier caso, es fundamental que, cuanto antes, los padres ayuden a su hijo con TDAH a gestionar correctamente sus emociones, a reconducir su rabia, a tolerar la frustración y a saber expresar sus sentimientos sin herir a los demás.

En el siguiente artículo (continuación de este), te explico cómo hacerlo.


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Como Coach, como Pedagoga y como madre, os deseo lo mejor. Nos “vemos” en el próximo GUIÑO. guiño de Coaching para TDAH ¡Sed felices!

©Elena O’Callaghan Duch


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