¿Qué padre o madre de un hijo con TDAH no ha oído frases como estas alguna vez? “Educas mal a tu hijo”, “No le sabes poner límites”, “Lo sobreproteges”, etc. (Dejo para otro artículo lo que hay detrás de estos juicios dañinos).
A los niños con TDAH les cuesta mucho cumplir normas y muy poco salirse de los límites.
Ya sea por su impulsividad, por su falta de atención o simplemente por no recordar las normas, a menudo las transgreden. Tienen, además, muchas dificultades para anticipar las consecuencias de sus actos, ya que por su impulsividad, acostumbran a actuar primero y a pensar después.
¿Qué son los límites?
A menudo, en mis talleres de Coaching para familias, constato que muchos padres confunden lo que es un LÍMITE, con un CASTIGO. Son conceptos distintos. Un límite no es un castigo. Se acerca más a lo que podrían ser unas reglas de juego para una buena convivencia, unas normas que deben conocerse de antemano y que son vigentes las 24 horas del día.
Un castigo es algo puntual, en respuesta a un comportamiento inadecuado y que, por desgracia, muchos padres imponen aleatoriamente desde el enfado o la ira, sin tener en cuenta que el castigo no suele conllevar aprendizaje sino resentimiento (hablaré de ello en otro artículo).
Poner límites a nuestros hijos, no es reprimir su potencial, sino más bien todo lo contrario: es brindarles un espacio de desarrollo estable y seguro para que puedan proyectarse en su futuro, sabiendo qué les conviene y qué les perjudica.
Por tanto, debemos entender el límite no como una prohibición absurda o un castigo, sino como la creación de un entorno emocional estable y consistente para el niño, en el que podrá crecer sintiéndose bien consigo mismo y seguro.
¿Son necesarios los límites?
¡Por supuesto que sí!
Ante todo y vaya por delante, los límites son necesarios e imprescindibles. Aunque parezca mentira, los niños necesitan tener límites, porque ello les proporciona seguridad y protección.
Es su marco de referencia sobre aquello que es aceptable y aquello que no lo es, sobre lo que está bien y lo que está mal. En definitiva, los límites son su marco de actuación en el camino de su desarrollo.
Cuando no se establecen límites ¿qué sucede?
Se suele producir una de estas dos situaciones:
- O bien hay una una permisividad excesiva, lo cual provoca al niño inseguridad, desconcierto y ausencia de valores.
- O bien hay un autoritarismo absurdo y aleatorio, que provoca frustración, miedo, sentimiento de culpabilidad y falta de autoestima.
Los hijos necesitan saber hasta dónde pueden llegar. Y deben sentir que esos límites están puestos desde el amor y no desde el miedo o el autoritarismo. Detrás de todo límite hay una autoridad, lógicamente. Sin embargo, y sobre todo en niños ya con uso de razón, es bueno hablar con ellos del tema y hacerles ver que, para convivir en armonía, hay que marcar unas reglas de juego. Establecer juntos los límites, significa implicar a tu hijo en los términos del pacto y, de esta manera, le estás enseñando a responsabilizarse y a tomar compromisos.
Ponle a tu hijo el ejemplo de cualquier juego o deporte: para jugar, hay que marcar unas reglas que deben cumplirse y que, por supuesto, deben conocer todos los jugadores. Si esas reglas no se cumplen, hay ciertas penalizaciones (aunque a mí me gusta más hablar de “retirada de privilegios”).
Puedes “pactar” con tu hijo dichas normas y dichas penalizaciones. Es decir, hablar con él sobre qué límites vais a establecer y para qué, y también qué ocurrirá si se salta dicho límite. Así, el niño no solo conoce las normas, sino que además, sabe que ocurrirá si se las salta.
¿Para qué pactar?
Acordar y pactar los límites con tu hijo es una inversión de futuro, tanto para él como para ti. A él le reportará seguridad, protección y una sana gestión emocional sobre la que ira construyendo su autoestima.
A ti, te evitará no pocos conflictos, te va a dar tranquilidad y seguridad en ti mismo y con ello te ahorrarás un considerable desgaste emocional, porque en caso de que tu hijo incumpla la norma o sobrepase un límite:
- Ya no tendrás que pensar en caliente qué castigo le vas a poner o con qué lo vas a amenazar.
- Podrás desvincularte de la penalización: ya no eres tú quién pone dicha penalización, sino que hay una consecuencia lógica, conocida y pactada de antemano entre vosotros.
¿Cómo deben ser los límites?
Los límite deben ser coherentes y establecidos en base a nuestros valores.
Deben establecerse en familia, desde el amor y el respeto, nunca desde la rabia o la ira. Por tanto, deben ser meditados, pactados en la medida de lo posible, no ponerlos aleatoriamente y nunca en función de la conducta puntual del niño (eso sería un castigo, del cual, hablaremos otro día).
Qué límites y cuántos dependerá de la edad y el desarrollo emocional del niño, pero siempre deben ser lógicos, pocos y muy claros para que puedan ser cumplidos. El niño debe saber lo que se espera de él y qué ocurre cuando transgrede el límite. Por eso es fundamental que los conozca previamente.
Resumiendo:
Poner límites, aunque no siempre sea cómodo para los padres, es uno de los mayores actos de amor y respeto que pueden ejercer los progenitores para con sus hijos.
Si quieres profundizar más en este tema, y quieres dar otro paso adelante, ahora tienes la oportunidad de hacerlo, asistiendo a este taller presencial de Coaching para TDAH:
Aprenderás a:
- Poner límites desde el amor y el respeto.
- Saber pactar unas reglas de juego con tu hijo
- Qué hacer en caso de que se salte los límites
- No debatirte en dudas e incertidumbres ante cada nuevo conflicto
Y tú, ¿con qué dificultades te encuentras a la hora de poner límites a tus hijos? ¿Me lo comentas más abajo?
Como profesional, y como madre de dos hijos con TDAH, te deseo lo mejor.
Nos “vemos” en el próximo GUIÑO. ¡Sed felices!
Elena O’Callaghan Duch
Mi hijo no respeta los pactos
Pingback: Cómo reaccionar si tu hijo con TDAH te pega (3) - Coaching TDAH
Hola Verónica, se repetirá próximamente. Probablemente en noviembre.
Hola, que día es el taller on line?Muchas gracias
Hola, Teresa. Gracias por ponerte en contacto con nosotros. Este taller presencial se hizo a primeros de julio. Seguramente en septiembre lo haremos on line. Y, si tienes la posibilidad de hacerlo presencial, la segunda edición está prevista para el último trimestre del año. Aún no tenemos fechas exactas porque estamos elaborando la programación del próximo curso 2017-2018. Te sugerimos que te apuntes a nuestro boletín y así recibirás las próximas convocatorias en tu correo. Un cordial saludo.
Hola en septiembre ya se hizo el taller on line? Gracias